EDIFICIO DE DOS VIVIENDAS EN MARZAGAN

En una pequeña parcela trapezoidal situada entre medianeras, el proyecto se plantea con la delicadeza de quien entiende el entorno como una oportunidad. Alineado con los edificios colindantes y con un discreto retranqueo respecto a la carretera de Marzagán, el volumen edificado se integra de forma natural en el tejido urbano existente, sin imposiciones.

Se trata de un edificio de dos plantas que acoge una vivienda independiente en cada nivel. La distribución se organiza estratégicamente para aprovechar la orientación y el paisaje: las zonas de día se abren hacia la calle principal, mientras que las zonas de noche miran al barranco, buscando la calma y la privacidad.

El volumen superior, ligeramente girado, se proyecta hacia el exterior y enmarca las vistas, volando sutilmente en dirección al paisaje. Esta decisión compositiva genera dinamismo y personalidad sin renunciar a la sobriedad del conjunto. Las aperturas se posicionan con precisión, buscando el equilibrio entre iluminación natural, privacidad y eficiencia energética.

En su interior, cada vivienda ha sido diseñada con una lógica contemporánea, pero sensible a las necesidades del habitar cotidiano. Las circulaciones son limpias, los espacios están bien jerarquizados, y se ha prestado especial atención a la calidad constructiva y al confort térmico y acústico.

El resultado es un edificio compacto, eficiente y cuidadosamente articulado, que responde a las condiciones del solar y al estilo de vida actual, sin renunciar a una lectura arquitectónica honesta y atenta al detalle.